martes, 24 de octubre de 2023

Miedo

De niño tenía miedo del mar. Nadie lo supo nunca, no había necesidad de ello. De cualquier forma, siempre aceptaba ir a donde el mar. 

Los temores no evolucionan, cambian. Es increíble como aquello que tanto temiste, hoy puede, inclusive, llegar a enloquecerte de ternura.

Sigo temiendo. No temo a lo mismo que de pequeño -salvo por los ratones-, pero temo. Me gusta pensar que lo que hoy me aterra, quizás mañana será solamente sustantivo, quizás verbo, una simple oración. 

Temo a perder el amor, que ya lo he extraviado antes, pero hoy, es diferente. Porque hoy no tengo retornos, hoy no tengo pretextos, hoy me estoy jugando la vida y pongo el pecho ante las balas que le atormentan. 

Siempre creí perdidas a mis esperanzas de volver a amar. Siempre le di la razón a tantas confusiones y decepciones. Y qué ironía, hoy temo, porque tengo luz.  

Hoy temo porque tengo una idea de quién soy y tengo caminos para elegir, temo por mis padres, mis hermanos, por el mañana, pero sobre todo, me deshace el sueño la idea de perder su luz, porque yo, yo nunca he tenido luz propia. 


Ojalá...