lunes, 13 de septiembre de 2021

Traslación

A veces pierdo la noción del tiempo. Me cuesta creer que de retazos puedo construir. Soy tan maleable, tan cambiante, no reconozco a la persona que miraba en el espejo hace apenas diez minutos y tengo tanto miedo de girar en una mala avenida. 

Sé, con dolor, que ellos no se fueron. Escaparon. Estoy muerto para tanta gente. Se alejaron, pero otros llegaron y se retuercen mis nervios. ¿Cómo he de sonreír al tiempo fresco sin perderme, sin lo poco que queda de mí? 

No soy tan bueno haciendo lo que me gusta; soy extraordinario haciendo lo que el mundo espera. Estoy cansado de buscar una salida que sé, no estaré dispuesto a tomar. Es tarde para mí. 

¿Cómo pedir perdón si todos se han ido? ¿Cómo exonerarme a mí mismo por tantos sueños moribundos? No me atrevo ni siquiera a pensar en invertir el curso de los días, y aunque es remedio, es ironía y la sensación de riesgo me sigue quebrantando. 

Resignarme a perderlo todo. ¿Qué tengo? Un puñado de temores que enmudecen a cualquiera, un bucle infinito de deseos que se estrellan contra el suelo. Lo sé, lo tengo todo.