martes, 24 de octubre de 2023

Miedo

De niño tenía miedo del mar. Nadie lo supo nunca, no había necesidad de ello. De cualquier forma, siempre aceptaba ir a donde el mar. 

Los temores no evolucionan, cambian. Es increíble como aquello que tanto temiste, hoy puede, inclusive, llegar a enloquecerte de ternura.

Sigo temiendo. No temo a lo mismo que de pequeño -salvo por los ratones-, pero temo. Me gusta pensar que lo que hoy me aterra, quizás mañana será solamente sustantivo, quizás verbo, una simple oración. 

Temo a perder el amor, que ya lo he extraviado antes, pero hoy, es diferente. Porque hoy no tengo retornos, hoy no tengo pretextos, hoy me estoy jugando la vida y pongo el pecho ante las balas que le atormentan. 

Siempre creí perdidas a mis esperanzas de volver a amar. Siempre le di la razón a tantas confusiones y decepciones. Y qué ironía, hoy temo, porque tengo luz.  

Hoy temo porque tengo una idea de quién soy y tengo caminos para elegir, temo por mis padres, mis hermanos, por el mañana, pero sobre todo, me deshace el sueño la idea de perder su luz, porque yo, yo nunca he tenido luz propia. 


Ojalá...


lunes, 13 de septiembre de 2021

Traslación

A veces pierdo la noción del tiempo. Me cuesta creer que de retazos puedo construir. Soy tan maleable, tan cambiante, no reconozco a la persona que miraba en el espejo hace apenas diez minutos y tengo tanto miedo de girar en una mala avenida. 

Sé, con dolor, que ellos no se fueron. Escaparon. Estoy muerto para tanta gente. Se alejaron, pero otros llegaron y se retuercen mis nervios. ¿Cómo he de sonreír al tiempo fresco sin perderme, sin lo poco que queda de mí? 

No soy tan bueno haciendo lo que me gusta; soy extraordinario haciendo lo que el mundo espera. Estoy cansado de buscar una salida que sé, no estaré dispuesto a tomar. Es tarde para mí. 

¿Cómo pedir perdón si todos se han ido? ¿Cómo exonerarme a mí mismo por tantos sueños moribundos? No me atrevo ni siquiera a pensar en invertir el curso de los días, y aunque es remedio, es ironía y la sensación de riesgo me sigue quebrantando. 

Resignarme a perderlo todo. ¿Qué tengo? Un puñado de temores que enmudecen a cualquiera, un bucle infinito de deseos que se estrellan contra el suelo. Lo sé, lo tengo todo. 

domingo, 23 de septiembre de 2018

Onírico

Estornuda, no me canso de escucharte.
Una y otra vez, con tu brisa en cualquier parte,
en el auto, en la cama, en la ropa o en la calle.

Rie, carcajea, golpea si lo crees preciso.
Mófate en mi cara de defectos y egoísmos.
Simbiosis es... tu sonrisa y mis latidos.

Imprudente, no me asusta revelarte.
Bebe, grita, que tu esencia te delate,
porque al elegirte no me dolería alejarme.

Llora, huye si es necesario.
Sé que la batalla cansa, pero corrige el pasado.
Que mientras aprenda a diario, no te hiera el escenario.

Tu recuerdo: onírico.
Mi vida: tus manos.


Fotoografía: Fredye Baro

"...y comprendió que la guerra era la paz del futuro." 
(Silvio Rodríguez)



sábado, 22 de septiembre de 2018

Lo sé

Será suficiente, porque quiero vivir.
Porque respirar es muerte desde que viaja sin fin.

Será suficiente, porque no hay nada más.
Porque no quedan penas, ni almohadas para abrazar.

Será suficiente, porque su ausencia calcina.
Porque la arena lastima y lastimó mis rodillas.

Será suficiente, cuando me falte la voz.
Entre la tierra o los mares, usted tendrá mi timón.

Será suficiente, si usted no vuelve jamás.
Tengo un tesoro adorado que no podría revelar.

"Nadie nos advirtió que extrañar, es el costo
que tienen los buenos momentos." (Mario Benedetti)


martes, 24 de julio de 2018

A-Dios

A ti, que me has juzgado. 
A aquel, que me ha subrayado.
A todos, que me han señalado. 

Tienen razón; el desprecio de quien amo 
será el más ligero castigo. 

De cartón, como un juego, menos que mierda. 
Más despreciable, más detestable. 

Ya no queda poesía, ya no me reconozco.
Lo único que quiero es que Dios me quite la vida. 

Mátame, como tú quieras, pero mátame y no dejes rastro. 
Tengo fe, sin mí estaría mejor el mundo. 

jueves, 28 de diciembre de 2017

Luna creciente

Quizás no lo entiendo pero lo siento.
Tal vez no lo acepte pero te quiero. 
Te temo al instante, pero te sigo. 

Entre risas, llanto y miradas hemos renacido. 
Entre gritos, besos y anhelos labramos el destino.
Por adorarte me traicionaría y por amarte te perdería.

Si me tienes, escúpeme, maltrátame, oféndeme y aquí seguiré.
Si me pierdes, ámame, cántame, acaríciame y jamás volveré. 

En tu ojos a ratos.
En tu boca segundos.
En tu piel para siempre. 

Confundido vi un cuarto menguante,
y siempre fue luna creciente.

Cautivo en el cielo y en la terra.

domingo, 17 de septiembre de 2017

Hacia atrás

En mi pobre capacidad de raciocinio, no comprendo por qué las cosas deben ser así y no me interesa comprender.

¿Por qué te alejas cuando vivo esta guerra interna que no puedo lidiar solo? ¿Por qué te escapas cuando mis pasos están perdidos? ¿Por qué no tengo derecho a equivocarme? Si alguien puede responder, no quiero escuchar.

No entiendo cómo es que tiene más peso todo aquello que hice mal y se pudre en el silencio la vida que te di. No me interesa comprender.

Sin que nadie te lo cuente, sabes en lo más profundo de ti que aquello que hace a mi cuerpo moverse lleva tu nombre grabado.

Me cuesta entender por qué en mis tormentas más devastadoras no estás, pero estás en tu derecho; lo sé. Curarme las heridas no es tu deber, entenderme tampoco, pero me gusta pensar que los muros cargados de sueños a tu lado no se construyeron en el aire.

Perdonarme poco a poco deja de ser una opción. Basta de sueños e ilusiones que enflacan con el curso del reloj.

Y eso... eso sí lo debo comprender.

Aunque todo se reviente y contra corriente,
"también a ti te he perdonado".